Historia
El Colegio Fundación Cristiana y el jardín “El Arca de Noé” son el sueño que Dios puso en un gran hombre de Dios hecho realidad.
Antonio Menoyo, nuestro querido hermano, hace años atrás tuvo la visión del poder transformar vidas de niños y adolescentes, y eligió nada más ni nada menos, aquel lugar remoto, dentro del gran partido de Pilar, llamado Manuel Alberti. Un lugar vulnerable y en la periferia en donde él depositaría aquella visión y todo su esfuerzo hasta convertirlo en esa promesa que Dios le había mostrado.
Antonio, siendo el presidente de la Fundación Cristiana Francisco Menoyo, decide junto a integrantes de la misma y también parte de su familia, adentrarse en esa visión que el Señor puso en su corazón y realizarla en forma de una escuela que tenga la posibilidad de no solo transformar vidas sino a toda una comunidad.
El predio ya se había visualizado gracias al contacto y la gran amistad que Antonio tenía con el pastor Daniel Gorski, quien pastoreaba junto con su familia una pequeña y humilde congregación.
En diciembre de 1992, aquel predio de mil metros aproximadamente, era apenas habitado por dos o tres familias, el resto se resumía en pastizales, pero tímidamente ya se venían levantando los primeros cimientos que en poco tiempo se transformarían en una maravillosa edificación dentro de aquel barrio de calles sin pavimento (intransitables los días de lluvia) y casitas precarias. Toda la comunidad se vería asombrada.
Ya en enero de 1993 aparecían las primeras paredes de la escuela e inmediato a ellas, las primeras docentes. La directora del nivel primario era Raquel y para el nivel inicial estaba la directora Mirta, y junto a estas dos, su primera maestra, la señorita Esther. Estas tres mujeres aceptaron el desafío del Señor de acompañar esta visión dejando sus antiguos puestos de trabajo y así comenzar a transitar las calles polvorientas de este lugar tan remoto, bajo el calor de un verano agobiante, anunciando la apertura de una escuela cristiana para el ciclo escolar que se avecinaba.
Los vecinos del lugar, asombrados con tal anuncio, no podían creer lo que no se veía, pues aún no se encontraba ninguna escuela levantada, pero la fe de estas tres docentes, junto a la de la Fundación, alcanzaba lo suficiente para creer lo que el Señor había prometido y haría en poco tiempo. La pequeña iglesia del pastor Gorski fue donde las directoras Raquel y Mirta con tan solo los bancos de la congregación, simulando un escritorio, tomaban las primeras inscripciones de alumnos hasta completar cuatro salas para el nivel inicial y cuatro grados para el nivel primario.
Así, llegó el inicio del ciclo escolar 1993 y aquel lunes 8 de marzo, el COLEGIO FUNDACIÓN CRISTIANA FRANCISCO MENOYO y el jardín “El Arca de Noé” abrían por primera vez sus puertas a la comunidad dando inicio, así, a su “primer ciclo escolar”.
¡¿Cómo olvidar a esos primeros docentes?! En el nivel inicial, la directora Mirta tenía a su lado a las señoritas Valeria y Paula atendiendo una sala integrada de 3 y 4 y un prescolar en ambos turnos; en primaria la directora Raquel contaba con las señoritas Susana, Rosalía y Esther; y junto a estas docentes aparecieron también los primeros profesores: en inglés estaba la profesora Alejandra, en música el profesor Martín y en educación física el profesor Juan Carlos.
Conforme iban pasando los años nuestra escuela, alguna vez pequeña, iría creciendo de manera grata y allí cuando el milenio cerraba su curso, en diciembre de 1999, ya tenía su primera promoción de egresados de 9° grado de la E.G.B.
Pero la obra no se detenía, seguía y seguía progresando y en el año 2007 se inauguran las instalaciones para la flamante y nueva secundaria obligatoria. Junto a esta gran ampliación, también se sumaría una bellísima sala de informática, una sala de maestros y un kiosco-buffet. También el nivel primario completaría sus tan anheladas doce secciones. Los años seguían transcurriendo y esta escuela seguía creciendo en sus tres niveles no solo en obra sino también en número, fortaleciéndose y enriqueciéndose.
Así, aquella visión que Dios puso en el corazón de nuestro querido hermano Antonio alguna vez, se convierte cada vez más en una maravillosa institución que funciona como un oasis donde las aguas del Señor refrescan y sacian la sed de todos los que llegan o transitaron alguna vez el suelo de esta escuela.
Hoy esta maravillosa escuela cumple sus 25 años, y en todo este tiempo Dios nos mostró que su Palabra es verdadera cumpliendo su promesa sobre este establecimiento, es por esto que sabemos que la obra no parará.
Esta institución seguirá avanzando y bendiciendo más vidas, marcando caminos.
FUNDACIÓN CRISTIANA FRANCISCO MENOYO.